No me produce alegría que Arévalo haya sido declarada Patrimonio Cultural Inmaterial por sus "festejos taurinos". Más bien me avergüenza que esos "festejos" se consideren CULTURA.
Anónimo ha dicho que…
Eso va en la forma de ser de cada pueblo y de los que se encargan de dirigir sus designios. Fíjate, pregunta en Arévalo donde está la calle Lope de Vega, o la calle Calderón de la Barca, o la calle San Juan de la Cruz, o la calle Fray Luis de León. Ya ni te digo la calle Miguel Delibes o la calle José Jimenez Lozano. No creo que nadie sepa darte razón de ninguna de ellas. Ahora pregunta donde está la calle del Encierro o el parque en que está de la tanto tiempo deseada plaza de toros. Te indicarán en un pis pas; y si me apuras te acompañarán hasta allí mismo.
Juan Segundo ha dicho que…
Para hacer honor a la historia, lo cierto es que la reina Isabel se horrorizó por los festejos taurinos de Arévalo. Y es que, tanto en el siglo XV como en el XXI, la muerte provocada de un joven o de una joven es algo inútil y horrible que poco o nada tiene que ver con la cultura.
Anónimo ha dicho que…
No parece que sobre mucha materia gris por esos pagos. El verdadero patrimonio lo tiene arruinado y quieren convencernos a machamartillo de que es cultura y patrimonio la muerte de un pobre animal a manos de un desaprensivo, mientras un buen número de insensibles y abotargados espectadores aplauden y tres o cuatro espabilados hacen caja y se llevan buenos dineros a costa de ese abotargamiento. "Pan y circo", "pan y toros". Y lo quieren llamar cultura. pepitogrilloyo
Del poeta alemán Johann Wolfgang von Goethe el poema titulado ‘Ladran’ (Kläffer): En busca de fortuna y de placeres más siempre atrás nos ladran, ladran con fuerza… Quisieran los perros del potrero por siempre acompañarnos pero sus estridentes ladridos sólo son señal de que cabalgamos. (Dedicado al amigo Adolphe Sax )
El 15 de noviembre de 2024, en el salón de actos de la Casa del Concejo de Arévalo, tuvo lugar la interesante charla-coloquio sobre las misiones pedagógicas, organizadas durante la II República, y que llevaron la cultura, en forma de arte, literatura, teatro, música o folclore, a una inmensa mayoría de los pueblos de España, a una sociedad rural, olvidada por las clases políticas anteriores, que tenía un alto grado de analfabetismo. En la charla intervinieron Fabio López Sanz, miembro destacado de La Alhóndiga de Arévalo. Gran conversador y persona comprometida y afable. Antonino González Canalejo, gran conocedor de la sociedad abulense en muy diferentes aspectos, experto en botánica y cronista oficial de El Barco de Ávila, su querido pueblo. Y Juan Carlos López Pascual, presidente de La Alhóndiga de Arévalo y gran estudioso y conocedor de la historia y el patrimonio de Arévalo y su Tierra. Todas las intervenciones fueron muy didácticas y esclarecedoras, sobre una etapa de nuestra hist...
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