Colección: "Chorín" Muriel Cantares Tiene que ser hablador el aprendiz de un barbero, por ser esta asignatura la que le exigen primero. Las mujeres modernistas ya no se ponen mandil, ni se acuestan a las ocho, ni se alumbran con candil. Los pardillos tienen miedo al alcotán y al milano, ¡Viendo a la Guardia Civil igual le ocurre a un gitano! El que resta voluntades y no da consejo sano, adquiere la misma fama que el perro del hortelano. Si será lista en mi pueblo la mujer que es lavandera, que cualquier cosa que ocurre lo sabe ella la primera. Mariano Gil Marinas