La Lugareja
Hay monumentos que se consideran emblemáticos porque resumen en imágenes la historia más significativa de un pueblo o ciudad. En nuestro entorno más próximo, si visitamos Ávila, tenemos en sus murallas o en su catedral un buen símbolo de su pasado. Más cerca de nosotros, tenemos a Madrigal de las Altas Torres o a Martín Muñoz de las Posadas; en el primer caso situaríamos como emblemático al palacio de Juan II de Castilla o a la iglesia de San Nicolás que se muestra majestuosa sobre la inmensa llanura; en el segundo caso pondríamos como reclamo el palacio del Cardenal Espinosa o la riqueza artística de su iglesia parroquial. En los tres casos siempre la unión de los dos grandes poderes dominantes: el poder político y el poder eclesiástico que se repartían por igual el poder económico en el Medievo. En el caso de Arévalo, tal vez sería más difícil la elección de sus iconos. Muchos de nosotros elegiríamos tal vez, al norte, su castillo, estampa señera, que representa el papel de la n...