Fotografías de Luis J. Martín y Juan C. López
29 abr 2017
26 abr 2017
Cuaderno de Cultura y Patrimonio número XXXVII
Ponemos a vuestra disposición nuestro Cuaderno de Cultura y Patrimonio número XXXVII. Se trata en esta ocasión de un recorrido por nuestro maltratado Parque Gómez Pamo.
25 abr 2017
Nueva entrada documental
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Portada del libro |
Incorporamos una nueva entrada a nuestra Página Documental. Se trata en este caso de un trabajo de Serafín de Tapia titulado "Las élites de la Comunidad Morisca de Arévalo. Redes sociales y formación de liderazgos". Forma parte de una publicación de la UNED titulada "De la alquería a la aljama".
24 abr 2017
23 abr 2017
De puente a puente
Hoy es el Día del Libro
— Pero… ¿qué haces tú por aquí?
Y él respondió entonces, suavemente, como algo muy
importante: —¡Por favor… píntame un cordero!
Cuando el misterio es demasiado
impresionante, es imposible desobedecer. Por absurdo que aquello me pareciera,
a mil millas de distancia de todo lugar habitado y en peligro de muerte, saqué
de mi bolsillo una hoja de papel y una pluma fuente. Recordé que yo había
estudiado especialmente geografía, historia, cálculo y gramática y le dije al
muchachito (ya un poco malhumorado), que no sabía dibujar.
—¡No importa —me
respondió—, píntame un cordero!
Como nunca había dibujado un cordero, rehice
para él uno de los dos únicos dibujos que yo era capaz de realizar: el de la
serpiente boa cerrada. Y quedé estupefacto cuando oí decir al hombrecito: —
¡No, no! Yo no quiero un elefante en una serpiente. La serpiente es muy
peligrosa y el elefante ocupa mucho sitio. En mi tierra es todo muy pequeño.
Necesito un cordero. Píntame un cordero. Dibujé un cordero.
Lo miró atentamente
y dijo: —¡No! Este está ya muy enfermo. Haz otro.
Volví a dibujar.
Mi amigo sonrió dulcemente, con
indulgencia.
—¿Ves? Esto no es un cordero, es un carnero. Tiene Cuernos…
Rehice
nuevamente mi dibujo: fue rechazado igual que los anteriores.
—Este es
demasiado viejo. Quiero un cordero que viva mucho tiempo. Falto ya de paciencia
y deseoso de comenzar a desmontar el motor, garrapateé rápidamente este dibujo,
se lo enseñé, y le agregué:
—Esta es la caja. El cordero que quieres está adentro. Con
gran sorpresa mía el rostro de mi joven juez se iluminó:
—¡Así es como yo lo
quería! ¿Crees que sea necesario mucha hierba para este cordero?
—¿Por qué?
—Porque en mi tierra es todo tan pequeño… Se inclinó hacia el dibujo y exclamó:
—¡Bueno, no tan pequeño…! Está dormido…
Y así fue como conocí al principito.
ANTOINE DE SAINT - EXUPÉRY
EL PRINCIPITO
22 abr 2017
Decíamos ayer...
En el paseo de la Alameda. |
Decíamos ayer y decíamos bien... que teníamos razón.
Teníamos razón y ellos no cuando manifestábamos, allá por el otoño del pasado año, que no era aconsejable realizar podas drásticas sobre el arbolado urbano en general y sobre los plátanos de sombra en particular.
Y como en tantas otras cosas teníamos razón. Las podas brutales, salvajes, desmedidas, dañan al árbol y en nada le benefician. Ni a él ni al entorno.
Las siguientes fotografías, tomadas hoy mismo, 22 de abril de 2017, en distintos puntos de Arévalo, sirven para explicar lo que decimos.
En el paseo de la Alameda. |
En la plaza del Arrabal. |
En la plaza del Arrabal. |
En la plaza del Arrabal |
En la plaza del Arrabal. |
En la avenida de Emilio Romero |
En la avenida de Emilio Romero |
En la avenida de Emilio Romero |
En la avenida de Emilio Romero |
En la plaza del Arrabal. |
En la plaza del Arrabal. |
La demostración evidente de que teníamos razón y ellos no es que hoy, 22 de abril de 2017, en el paseo de la Alameda y en el bulevar de la avenida de Emilio Romero los plátanos de sombra tienen un brote de hojas magnífico y adornan con sus verdes primaverales los espacios urbanos en que están ubicados. Estos árboles, afortunadamente, no sufrieron el pasado otoño las devastadoras podas a las que les suelen someter un año tras otro.
En la plaza del Arrabal. |
Por contra los plátanos que hay en la plaza del Arrabal y que sí sufrieron podas radicales, a día de hoy están completamente desnudos.
¿Y si no es al árbol, a quién beneficia la práctica de realizar año tras año esas podas salvajes a que nos tienen acostumbrados por aquí?
¿Recordáis aquel romancillo que cantaba el grupo "Nuevo Mester de Juglaría"? Pues lo mismo.
Fotografías cortesía de
Luis J. Martín García-Sancho y Juan C. López
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