Villas Romanas
Mosaico de la villa de Almenara de Adaja Entre los siglos I y V de nuestra era, las tierras de nuestro entorno formaban parte de un imperio romano en franco declive que poco a poco fue dando paso a las civilizaciones del norte de Europa. En nuestro caso fueron los visigodos los siguientes que habitaron estos contornos. En la época final del imperio romano una fuerte crisis social, económica y política empobrece la vida en las ciudades. El imperio se ruraliza, favoreciendo el auge de las explotaciones agrícolas que se convierten en residencias de príncipes y oligarcas. Estos buscan en el campo la paz y el descanso que en las grandes urbes no son capaces de encontrar. La villa romana era una casa de campo cuya misión se dirigía a la explotación de los recursos agrícolas y que, en la época que estudiamos, servía también como residencia suntuaria del dominus (dueño o amo del latifundio). En ella se distinguen claramente dos áreas constructivas: la pars rustica en la que se ubican las