El alcalde de Arévalo, Vidal Galicia, ha anunciado hoy en declaraciones a los medios que pedirá a la Consejería de Cultura y Turismo una "aclaración" acerca de los motivos por los que la segunda localidad de la provincia ha quedado fuera del programa de apertura de monumentos "Abrimos en Semana Santa". (Más en AvilaRed)
31 mar 2010
Pedirá aclaraciones
El alcalde de Arévalo, Vidal Galicia, ha anunciado hoy en declaraciones a los medios que pedirá a la Consejería de Cultura y Turismo una "aclaración" acerca de los motivos por los que la segunda localidad de la provincia ha quedado fuera del programa de apertura de monumentos "Abrimos en Semana Santa". (Más en AvilaRed)
30 mar 2010
Programa “Abrimos en Semana Santa”
El Obispado pone en marcha el programa “Abrimos en Semana Santa”
Varios templos abiertos, en colaboración con la Junta y Sotur
El programa se extiende desde el pasado viernes 26 de marzo al martes 6 de abril y en horario de 11 a 14 horas, y de 16. a 19 horas.
Las iglesias abiertas en la ciudad de Ávila son: San Segundo (junto al Río Adaja), San Martín, Nuestra Señora de la Cabeza y San Andrés (en el barrio norte). Se trata de cuatro iglesias románicas de sumo interés y habitualmente cerradas por no contar con culto de forma ordinaria. Además hay que indicar que San Andrés se ha reabierto después de la restauración integral llevada a cabo por la fundación para el Patrimonio histórico artístico de Castilla y León y la parroquia de San Vicente, demarcación en la que dicha iglesia se encuentra.
En la provincia se han establecido dos áreas en el programa de apertura. Por una parte están las iglesias enmarcadas en el Mudéjar al sur del Duero con Madrigal de las Altas Torres, donde se pueden visitar las iglesias de San Nicolás de Bari y Santa María del Castillo; y Fontiveros, con la iglesia de San Cipriano. Este programa se extiende por las provincias de Salamanca y Valladolid, configurando unas rutas amplias y muy atractivas.
La otra zona donde se han abierto iglesias se enmarca en el programa Sierras del Sur, incluyéndose en el mismo la localidad de Piedrahíta, con su iglesia de Santa María la Mayor; y los pueblos de Cuevas del Valle, San Esteban del Valle y Villarejo del Valle. Este programa se extiende a través de la sierra de Gredos hasta unirse por la de Béjar con tierras de la provincia de Salamanca hasta llegar a Ciudad Rodrigo.
Como novedad para este año cabe destacar la elaboración de un libro donde se recogen todas las rutas, los horarios, los lugares y una breve explicación de cada templo. Está hecho con mucho cuidado y con un formato atractivo que incluye al final del libro unas hojas para que el usuario pueda añadir sus propias notas. Estos libros se facilitarán en los templos abiertos por el personal voluntario que los abre y atiende en este programa y con quienes este obispado ha firmado un contrato de voluntariado según las normas legales requeridas en el convenio con la Junta.
29 mar 2010
El puente de los Barros
Es más bien una consecuencia, su estado, de la dejadez y desidia de los responsables municipales. En unos tiempos de crisis como los actuales, se hace imprescindible la mejor conservación posible de las obras existentes. Por eso, creemos conveniente y necesario la limpieza de las arquetas pluviales de dicho puente, así como del barro acumulado en su firme. No solamente le hará más cómodo a los viandantes sino que además alargará su vida. Enlodado como se encuentra hace incómodo su paso a quien quiere cruzarlo. Conducir las aguas de lluvia a sus convenientes aliviaderos no parece tarea ni difícil ni costosa. Es más bien un simple ejercicio de dedicación y diligencia de los responsables municipales. Eliminar las escorrentías en las inmediaciones del puente, mediante la conveniente canalización de las mismas, no resultará costosa a las arcas municipales, pero será agradecido por la estructura del puente. Conservando su discutida restauración por muchos años más.
28 mar 2010
LAS CHOVAS
27 mar 2010
La Hora del Planeta
La Hora del Planeta, evento mundial de conciencia ecológica, es una iniciativa del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), y tiene por fin tanto el ahorro energético como la reducción de las emisiones de carbono y de la contaminación lumínica.
La convocatoria consiste en apagar todas las luces durante una hora, y la cita es el sábado 27 de marzo de 20:30 a 21: 30 (hora local). Con esta medida, se pretende despertar el compromiso que cada uno de nosotros debe tener con el planeta, haciendo lo que esté a nuestro alcance para evitar el agravamiento de los problemas ecológicos de la Tierra.
Todos debemos participar: individuos, empresas, ayuntamientos, comunidades y gobiernos, porque sólo mediante una acción conjunta, nuestra recomendación podrá tener una respuesta satisfactoria de los dirigentes de todo el mundo
Por esta razón, supondría un buen ejemplo para el resto de los ciudadanos que el Ayuntamiento de Arévalo ordene que se apague la iluminación de los monumentos durante el día 27/03/2010 o al menos durante la hora indicada: de 20:30 a 21:30 horas.
Sólo actuando de forma conjunta y con la implicación de las distintas administraciones, esta convocatoria supondrá un punto de partida hacia la conciencia ecológica, para una mejor conservación de nuestro planeta y de la vida en su conjunto. El calentamiento global, el efecto invernadero, son fenómenos que se vienen produciendo por el abuso en la utilización de la energía. Es algo que a todos afecta y no debe dejarnos indiferentes.
26 mar 2010
Conferencia de Jiménez Lozano

Enseguida empezó a escribir artículos, algunos desde el Concilio Vaticano II, al que asistió como invitado. Especializado después en editoriales y comentarios de política internacional, ocupó luego los cargos de subdirector y de director desde 1992 hasta su jubilación, en 1995.
Actualmente, además de colaborar en otras publicaciones, escribe un artículo semanal en El Norte de Castilla y por uno de ellos, titulado 'Sobre el español y sus asuntos', fue galardonado en diciembre de 2000 con el V Premio Nacional de Periodismo Miguel Delibes.
A aquella primera novela sobre el jansenismo pronto siguieron otras, como 'El sambenito' 'La salamandra', 'Duelo en la casa grande', 'Sara de Ur' o 'El mudejarillo', que tuvo un extraordinario éxito y fue llevada al teatro. En ella trazaba a su manera la vida de Juan de la Cruz, un santo que, junto con Teresa de Jesús, aparece en muchos de los escritos de un autor que logra expresar el misticismo a través de lo esencial y la ausencia de cosas superfluas.
Otros títulos son 'La boda de Ángela', 'Teorema de Pitágoras', 'Los compañeros', 'Ronda de noche', 'Las señoras', 'Un hombre en la raya' o 'El viaje de Jonás', su última novela, publicada en noviembre de 2002 y con la que vuelve a Oriente para recrear a un personaje bíblico. Entre sus libros de cuentos están 'El santo de mayo', 'El grano de maíz rojo'. por el que recibió el Premio de la Crítica en 1988, o 'El cogedor de acianos'.
Jiménez Lozano es autor además de ensayos, como 'Un cristiano en rebeldía', editado en 1963; 'Retratos y soledades', 'Los cementerios civiles y la heterodoxia cristiana', 'Sobre judíos, moriscos y conversos', 'Guía espiritual de Castilla', 'Los ojos del icono' para Las Edades del Hombre, que ideó junto con José Velicia y de las que fue guionista, y 'Fray Luis de León', el último.
En 1989 fue galardonado con el Premio Castilla y León de las letras «por su personalísima actualización de la tradicional cultura castellanoleonesa». El jurado destacó también la labor del escritor en la investigación «de la historia de la espiritualidad» así como su «creación de novelas que unen la herencia española con las más actuales corrientes europeas».
Jiménez Lozano ha recibido además el Premio Nacional de las Letras Españolas de 1992, el Provincia de Valladolid a la trayectoria Literaria de 1996 y la medalla de oro al Mérito en las Bellas Artes.
El 12 de diciembre de 2002 fue galardonado con el Premio Cervantes, el nobel de las letras en español, que recibió el 23 de abril de 2003 de manos del Rey Juan Carlos en un solemne acto que acogió la Universidad de Alcalá de Henares y en el que el escritor pronunció un discurso sobre el autor de 'El Quijote'.
24 mar 2010
Propuesta de Voluntariado
Mail: lallanuradearevalo@gmail.com
alhondigadearevalo@gmail.com
Correo postal: Avda. de Emilio Romero, 14B 1º Izda.
Apartado de correos 92
Si te preocupa Arévalo, no puedes dejar de formar parte del voluntariado para abrir nuestras iglesias. ¡Te esperamos!
Clarines de reflexión
A las gallinas para que pongan más huevos les mantienen la luz encendida. A los pollos, en jaulas donde apenas pueden moverse, les tienen que proporcionar en el pienso tranquilizantes para que no se vuelvan locos y se picoteen entre ellos hasta destrozarse. Pero quizás la muerte más torturante sea la de los cerdos. De los 20 millones de cerdos que hay en España una cuarta parte se encuentra en Cataluña.
La sangre del cerdo es muy importante para la elaboración de las morcillas y, por tanto, no se le puede dar una descarga eléctrica, sino que hay que clavarle un cuchillo en el cuello para que se desangre poco a poco. El cerdo chilla, y "chillar como un cerdo" no es ninguna metáfora, sino que es uno de los chillidos más penetrantes que uno pueda recordar.
Los rapes nacidos para surcar los mares se apretujan en los esteros. Las truchas, creadas para surcar alegremente los ríos, se golpean unas a otras en pequeñas piscifactorías. Y a las vacas una máquina les ordeña todos los días, sin que tengan que alimentar a ningún ternero.
El Parlamento catalán, buscando la felicidad de los ciudadanos, ha intuido que vivirán mejor si prohíben las corridas de toros. Pero los toros también sufren en los "bou al carrer" y es indiscriminada y cruel la matanza de pájaros a través del parany. Antes que en el Parlamento, debería abrirse un amplio debate sobre el trato a los animales en toda la sociedad, porque centrarse en las corridas de toros parece discriminar a gallinas y cerdos, algo así como si nos llegara la siguiente advertencia: "No a los toros, pero que nadie se meta con mi butifarra, ni me toque los huevos".
22 mar 2010
El románico según Peridis
21 mar 2010
Poema XX
Escribir, por ejemplo: «La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos.»
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.
Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.
La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.
De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.
Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto
Pablo Neruda
20 mar 2010
19 mar 2010
A María Patrocinio

AL PINO BONITO
(María Patrocinio)
Aquí estoy preso del tiempo
en mi plataforma erguido,
desafiando a los vientos
a la tormenta y al frio.
Siento que soy admirado
que soy centro de atención,
mas me siento acorralado
por el pesado hormigón.
El cemento y el ladrillo
me están ganado terreno,
atrás quedo ya el tomillo,
la retama y el romero.
He perdido la ilusión
y el menor ruido me aterra,
pienso en la dentada sierra
que a mis hermanos taló.
Ya mis ardillas queridas
para buscar alimento,
bajan al suelo atrevidas
y mueren en el intento.
Crecí contento y feliz
entre diabluras y juegos
de los hijos del Guardín
y los chiquillos de Eugenio.
Recuerdo aquel matrimonio
que a todos hacían el bien,
el se llamaba Gregorio,
ella señora Isabel.
Otras familias había
pero a veces mi memoria,
va menguando día a día
lo mismo que en las personas
Jamás exhalé una queja
cuando el cuchillo se hundía
en mi roñosa corteza
y mi resina extraían.
Fui también cita de amantes
que bajo mis verdes ramas,
se besaban anhelantes
en noches de luna clara.
Yo soy parte de la Historia
y nadie debe olvidar,
ni borrar de la memoria
que salud es el pinar.
Que Arévalo crezca y crezca
eso al pueblo da valor,
mas que no desaparezca
el pino que es el pulmón
de este pueblo y de su gente
que sufren la polución
del contaminado ambiente.
No te aflijas pino hermoso,
sigue frondoso y altivo,
que Arévalo está orgulloso
de tenerte como amigo,
y de tu pueblo querido
serás símbolo glorioso.
18 mar 2010
16 mar 2010
15 mar 2010
LA LLANURA.
En esos momentos el frío penetra en los cuerpos, en las plantas y en todo cuanto esté esparcido por la llanura y queda una fina capa blanca, que se tornará en finísimas gotas de agua que harán brillar la hierba y los matojos en cuanto el sol, ya seguro en el horizonte comience a calentar el llano; en dura pugna con los sombríos, que como si guardaran un tesoro, luchan por conservar durante el mayor tiempo posible la fina capa blanca de hielo, y hay días que consiguen quedarse con ella durante toda la batalla que pareciera mantener con el sol, hasta que la llegada de la noche, su mejor aliado; saben ganada y comienzan una lenta pero progresiva reconquista del espacio. Y así día tras día, en una lucha perpetua en la que las victorias son momentáneas, o parciales, porque al día siguiente u otro más adelante, se perderá lo conquistado por cualquiera de los bandos, según la época del año, los vientos, las nubes y todo lo que entre ellos se mueve.
Más tarde, a veces mucho más tarde, llega toda la fuerza del invierno, y casi sin llamar la atención, un día, un buen día, la nieve comienza a cubrir la llanura, oculta todas las pequeñas hierbas, hace como de cristal los matorrales; cubre los surcos, hace aún más llana, más uniforme la enorme llanura. Y a lo lejos las montañas y los montes, aparecen con su eterno traje invernal, el gorro blanco sobre sus crestas, y faldones oscuros, rodeados de nubes grises, que parecen darles el fondo que el fotógrafo antiguo utilizaba en su estudio al capturar con su cámara a aquellos abuelos tan antiguos, a los soldados vestidos para guerras ya olvidadas y a aquellas familias tan numerosas que guardaban el recuerdo de papel, para que en el futuro sus sucesores se preguntaran con inquietud si aquellas caras eran consecuencia del momento de enfrentarse al objetivo o eran máscaras perpetuas de otro tiempo. Como si los antepasados fuesen de otra raza o que la vida que les tocó vivir les dejara su huella en el rostro, un rostro a la vez de asombro y de miedo, de seriedad, como si el sonreír estuviese prohibido o que no hubiese motivos para ello.
Luego, cuando el invierno deja paso a una anunciada primavera, y lo es, por las plantas y animales que en el campo habitan y en los que los hombres que saben fijarse, no todos, adivinan cuan próxima está la esperada estación. Es una eclosión de luz, color y vida. Y es más que una explosión pues surge por todas partes a la vez. Pero no como las explosiones que el hombre provoca. Pues la de la primavera nace de dentro de las cosas, de debajo de la tierra y se manifiesta en plantas y animales; las unas crecen casi a cada momento, cambian de color, tienden su calidez por la llanura, rebosan vida; los otros desde sus entrañas, mudan pluma y pelaje, aumentan sus trinos y sus muestras de vigor, de vitalidad.
Y es cuando el hombre de la llanura, lo siente; pero a la inversa, de fuera hacia dentro. Cuando la vitalidad, el optimismo y la alegría le rodean. Es cuando su corazón, su ánimo más íntimo recibe una descarga y parece resucitar de una larga hibernación, con lo que sus sentidos aprecian con mayor nitidez, perciben los matices más insignificantes, reparan en cosas, que en otra época del año pasan desapercibidas para él. Las fragancias aumentan en número y en intensidad, casi embriagadora. Los colores pugnan por sobresalir unos sobre los otros y los ruidos son más melódicos, rodean toda la extensión; batallan con la luz que todo lo inunda por llegar al más recóndito de los rincones.
Ahora es cuando la llanura muestra un inmenso abanico de color, de sonidos y de fragancias en toda su extensión. Es cuando el aire limpio y luminoso permite ver las montañas con la máxima proximidad, casi ofreciéndose a ser cogidas o más bien acariciadas por la mano del observador; que por encima de su cabeza encuentra un cielo tan despejado y tan limpio que se podría decir que es de un azul perfecto.
Pero la primavera, como todo en la vida del hombre de la llanura, no es eterna y deja paso o más bien avanza hacia el verano, cuando el ambiente muestra una sensación de ser la puerta de un gran horno, donde el calor impregna toda la llanura, agosta las plantas, acarra a los animales, que se pegan al suelo, y que parece que quisieran adentrarse hacia el centro de la Tierra, para poner distancia entre sus cuerpos y el sol abrasador que todo lo inunda y que solamente deja paso, sobre todo al atardecer, a grupos de nubes oscuras, grandes como montañas y que parecen portar en su interior una promesa de todos los males posibles y avisan con sus destellos y sus retrasados truenos de la carga que llevan. Como si fuesen amenazas de lo que podrían hacer con la llanura y todo lo que en ella habita.
Parecen decir que la destrucción más absoluta sería posible si ellas descargasen todo lo que llevan en su interior en ese momento. Y a veces lo hacen, creando el caos y la destrucción. Donde el agua, que es vida, se convierte en muerte para plantas y animales desprevenidos. Y la luz del relámpago calcina, y los estruendosos truenos asustan, inmovilizan la vida. Pero pasada la demostración de poder del grupo de nubes, que fueron creadas por el calor que el sol derrochó sobre la llanura durante la mañana, se retiran y vuelve el sol con fuerza limpiadora, se convierte en dueño y ocupa el cielo que se avista, tímidamente acompañado por pequeñas nubes retrasadas en su retirada. Y entonces el agua que fue muerte vuelve a ser vida y con el calor del sol se convierte en aroma que acaricia todo aquello que momentos antes sufrió su ira. Y el hombre del llano piensa que una gran mano que todo lo cubre, pasa de la ira al cariño y asiste perplejo a esa demostración de la naturaleza. Y si se fija detenidamente, puede ver cómo las plantas más pequeñas muestran su agradecimiento a la caricia recibida y los animales agradecen igualmente el calor húmedo que les entrega la naturaleza. Llega incluso el hombre a percibir en su cuerpo ese agradecimiento, se reconforta con el aroma húmedo que todo lo impregna y ese calor incipiente que reciben sus sentidos.
Transcurren los días y las noches hasta que llega el momento en el que las plantas empiezan unas a morir y otras a perder vitalidad. Quedan los animales abandonados por sus congéneres más viejos y ven que sus crías, que apenas hace un tiempo se asomaban a la vida, ya se defienden por sí mismos y comienzan a no necesitar de su ayuda protectora.
Mientras la llanura recobra su pardo aspecto, tan bello, tan íntimo. El hombre se pliega sobre sí mismo y al atardecer la llanura asiste a una demostración de todo el poder que la naturaleza tiene para maravillar. Comienza un espectáculo de explosiones de colores en el horizonte que parecen reflejarse en el cielo y en la tierra, cambian los colores y las nubes juegan a crear las más increíbles formas, como si de una representación de todas sus capacidades tuviese lugar. Con todo eso, el hombre del llano, solamente tiene que sentarse y disfrutar. Mirar en todas direcciones para llenarse de todo lo que sus sentidos perciben y que le hacen sentir el más firme convencimiento de ser parte de la llanura, y cuya misión no sólo es disfrutar de lo que en ella sucede, sino procurar cada día mantener las condiciones para que todo ese espectáculo del que disfrutar, pueda seguir así para él y para el futuro, y que sus hijos hagan lo mismo para sus sucesores y así hasta el final de los tiempos.
13 mar 2010
Obra de Miguel Delibes
• La sombra del ciprés es alargada (1947). Premio Nadal
• Aún es de día (1949)
• El camino (1950)
• El loco (1953)
• Mi idolatrado hijo Sisí (1953)
• La partida (1954)
• Diario de un cazador (1955). Premio Nacional de Literatura.
• Siestas con viento sur (1957). Premio Fastenrath.
• Diario de un emigrante (1958)
• La hoja roja (1959). Premio de la Fundación Juan March.
• Las ratas (1962). Premio de la Crítica. Adaptada
• Europa: parada y fonda (1963)
• La caza de la perdiz roja (1963)
• Viejas historias de Castilla la Vieja (1964)
• Usa y yo (1966)
• El libro de la caza menor (1966)
• Cinco horas con Mario (1966)
• Parábola del náufrago (1969)
• Por esos mundos : Sudamérica con escala en las Canarias (1970)
• Con la escopeta al hombro (1970)
• La mortaja (1970)
• La primavera de Praga (1970)
• Castilla en mi obra (1972)
• La caza de España (1972)
• El príncipe destronado (1973)
• Las guerras de nuestros antepasados (1975)
• Vivir al día (1975)
• Un año de mi vida (1975)
• SOS : el sentido del progreso desde mi obra (1976)
• Alegrías de la Caza (1977)
• El disputado voto del señor Cayo (1978).
• Aventuras, venturas y desventuras de un cazador a rabo (1978)
• Un mundo que agoniza (1979)
• Las perdices del domingo (1981)
• Los santos inocentes (1982)
• El otro fútbol (1982)
• Dos viajes en automóvil: Suecia y Países Bajos (1982)
• Cartas de amor de un sexagenario voluptuoso (1983)
• La censura en los años cuarenta (1984)
• Kastila zaharreko kontu zaharrak (1985)
• El tesoro (1985)
• Castilla habla (1986)
• Tres pájaros de cuenta (1987)
• Mis amigas las truchas (1987)
• 377A, Madera de héroe (1987)
• Mi querida bicicleta (1988)
• Dos días de caza (1988)
• Castilla, lo castellano y los castellanos (1988)
• Mi vida al aire libre (1989)
• Nacho, el mago (1990)
• Pegar la hebra (1991)
• El conejo (1991)
• Señora de rojo sobre fondo gris (1991)
• La vida sobre ruedas (1992)
• El último coto (1992)
• Un deporte de caballeros (1993)
• 25 años de escopeta y pluma (1995)
• Los niños (1995)
• Diario de un jubilado (1996)
• He dicho (1997)
• El hereje (1998). Premio Nacional de Literatura.
• Los estragos del tiempo (1999)
• Castilla como problema (2001)
• Delibes-Vergés. Correspondencia, 1948-1986 (2002)
• España 1939-1950: Muerte y resurrección de la novela (2004)
12 mar 2010
En memoria de Miguel Delibes
Adiós al maestro Miguel Delibes
EL CAJÓN DE CHEMA
“Pero ése justo es problema – responde –. No creerás lo que cuento. Mismo yo no comprende. Hablo con autoridades y universidad y pongo disposición suya. Digo aquí está archivo importante ciudad, valioso mucho. Sí. Reunido por mí para vosotros. ¿Y sabes qué contestan?...Que bueno y mucho interesante, que los guarde en mi casa. Y pasan de mí, ¿creerlo puedes?...Le importa un mierdo estos documentos y archivo y memoria ciudad y todo. Hasta me miran raro, yo te juro.”
Pues claro que te miran raro, respondo. Lo normal, si un español reúne una colección de documentos antiguos, es que se los guarde para él. procurando que nadie se entere. No sea que otros puedan beneficiarse de ello. Que le hagan pagar algún impuesto, por ejemplo. O se los reclamen de otra autonomía. O pero aún: que alguien haga con ellos un libro o un trabajo universitario brillante y se apunte el tanto. Y claro. Sale un pavo reuniendo documentos antiguos y ofreciéndolos por amor al arte, y la gente se mosquea. De qué va este tío, dicen. El erudito de los cojones. Una colección reunida de modo particular y puesta a disposición pública les rompe el esquema. Las autoridades se verían obligadas a tomar decisiones, ¿comprendes? Complicas su vida satisfecha y apacible. Los asustas.
“A veces, España mucho triste”, concluye Wolfgang, meneando la cabeza. Y pide un vino, que bebe cabizbajo. También se calza una ración de jamón ibérico. Yo miro las paredes del bar, decoradas con equipos de fútbol, fotos de toreros y una estampa de la Virgen del Rocío. “No se puede tener la paga del general y la verga del teniente”, digo. Y Wolfgang me mira con sus ojos bálticos y azules, sin comprender un carajo.
XLSEMANAL 28 de febrero de 2010
11 mar 2010
A TODA LA TROPA DE MAMARRACHOS
Poetas de Zurrón y de Zamarra,
cuyo bestial espíritu desbarra
rebutiendo el papel de lana y borra.
¿Cómo queréis sin que Castalia corra,
fecundar vuestro numen, que es panarra,
y sacudirle el vientre a la guitarra
si por Musa tenéis a una Cotorra?
Siempre tendréis sonidos de cencerra
y cuanta copla vuestro seso escurra
del Cómico Teatro se destierra.
Rómpase vuestra testa, no discurra,
todo es rebuzno lo que el canto encierra,
id a ver chischiveos de una burra.
Diego de Torres Villarroel
Nota de Prensa
9 mar 2010
Expresiones innecesarias
Cambiar el lenguaje
He leído recientemente un libro de relatos de José Luis Borau y una novela de Manuel Gutiérrez Aragón. Y mientras son muchas las novelas que más que compuestas de capítulos parecen compuestas de secuencias, estas dos obras poco o nada tienen que ver con el cine. Su lenguaje es fundamentalmente literario, centrado en la capacidad expresiva de la palabra y no en su utilización como instrumento visualizador de determinada escena. Como mucho, algunos relatos de Borau podrían inspirar a un director de cine a sacar de ellos una película.
Y a la inversa: yo mismo, en mis documentales, siempre he procurado olvidarme de la literatura. Aquí la palabra cumple una función esencialmente informativa, la de precisar o desarrollar aquello a lo que la imagen no puede dar expresión. Lo mismo que su estructura, una construcción a la vez sincrónica y diacrónica, pero esencialmente expositiva: a través del presente de un determinado país dar en lo posible testimonio de su pasado.
Yo no veo que vaya a desaparecer –dentro del horizonte hasta hoy imaginable- la prensa escrita, el periódico. Pero al igual que consultar en la red una obra determinada es perfectamente compatible con el libro impreso, es evidente que el blog de bloggers puede coexistir perfectamente con la prensa tradicional. Sus características y su función serán otras, porque también lo será su difusión, mucho más inmediata, mucho más próxima desde el punto de vista del lector. Lo que sí hará es cambiar de lenguaje, utilizar un lenguaje adecuado a estas nuevas características. Aunque no hay motivo para pensar que tenga un público distinto al que lee el periódico o lee novelas. O va al cine.
Luis Goytisolo (Barcelona, 1935). Escritor y académico. Fue candidato al Premio Nobel de Literatura en su última edición. Autor de la tetralogía Antagonía (1973-1981), compuesta por Recuento, Los verdes de mayo hasta el mar, La cólera de Aquiles y Teoría del conocimiento. Su última obra es Cosas que pasan (Siruela, 2009). http://www.luisgoytisolo.es/
7 mar 2010
EL CAJÓN DE CHEMA
He dicho que la sociedad odia a sus jóvenes y soy consciente de que usar la palabra ‘odio’ suena duro. Pero es así. El odio es un concepto amplio: abarca varios significados: temor, desconfianza, envidia, etcétera. Pongan el que quieran, sirven todos. Para empezar, tengo la teoría de que desconfiamos de los jóvenes precisamente porque reflejan y ponen en evidencia la cuestionable educación que les hemos dado. Es decir, porque han aprendido de nosotros y disponen de los medios que hemos puesto en sus manos, pero por desgracia y por ley de vida ni creen en lo que les hemos dicho, ni pueden creer en la desolada herencia que les estamos dejando. Además, sospechamos, y con toda la razón, que los jóvenes perciben con mayor agudeza los signos nuevos y vislumbran, por tanto, el mundo que se avecina mucho mejor que nosotros. No es ya sólo que no les guste el tipo de cine que nos gusta a nosotros o prefieran otras canciones: es que tampoco les gusta el tipo de vida que nos gustaba a nosotros y prefieren otro mundo.
Repito, exceptuando una minoría de jóvenes que escenifican más o menos interesadamente el viejo melodrama del darse por vencidos antes de empezar, la mayor parte de la juventud contemporánea está bien preparada, tiene una visión realista del momento y es animosa y vital. Deprimirlos, un día sí y otro también, con mensajes decepcionantes y perspectivas chungas representa sin duda un error estructural de consecuencias insospechadas. De vez en cuando veo a jóvenes excepcionales, muy bien formados, dominando idiomas y pletóricos de fuerza, que se largan. Que se van de aquí. Y lo único que a continuación se me ocurre añadir es: demonios, no me extraña.
El Norte de Castilla
Sábado 06.03.10
6 mar 2010
Concepción Casado, Premio Castilla y León de Restauración y Patrimonio.
Como investigadora de vidas cotidianas ha pasado por aldeas, pueblos y comarcas cuyo número de vecinos mengua año a año en avance imparable. «Lo veo y no sé qué se podría hacer», admite con desolación. De lo que no tiene duda es de que añora como nunca algo que, dice, nunca ha faltado en esos pueblos: «La ayuda mutua, socorrerse y tenerse a mano unos vecinos a otros; eso lo he visto y es grandioso. Si se recuperara esa forma de convivencia, de estar unos disponibles para otros...».”
Homenaje a Coll

5 mar 2010
EL CAJÓN DE CHEMA
A LA MOLESTIA DE LOS PLEITOS
Pleitos, a vuestros dioses procesales
confieso humilde la ignorancia mía;
¿cuándo será de vuestro fin el día?
Que sois, como las almas, inmortales.
Hasta lo judicial, perjudiciales;
hacéis de la esperanza notomía,
que no vale razón contra porfía
donde sufre la ley trampas legales.
¡Oh monte de papel y de invenciones!
Si pluma te hace y pluma te atropella,
¿qué importan Dinos, Baldos y Jasones?
¡Oh justicia, oh verdad, oh virgen bella!,
¿cómo entre tantas manos y opiniones
puedes llegar al tálamo doncella?
4 mar 2010
Recuperado el templo románico ...
La rehabilitación de la iglesia de San Andrés, una de las joyas románicas de Ávila, declarada Monumento Nacional en 1923, permitirá abrir al turismo el templo, aunque continuará cerrado al culto por la falta de sacerdotes en la diócesis. La intervención ha abarcado desde los sillares, hasta la espadaña, que ha sido eliminada, o el llamado "jardín de piedras" junto al ábside para evitar los daños del botellón en el muro.
3 mar 2010
Miguel Serveto y Conesa
Por estas y otras razones te condenamos, M. Servet, a que te aten y lleven al lugar de Champel, que allí te sujeten a una estaca y te quemen vivo, junto a tu libro manuscrito e impreso, hasta que tu cuerpo quede reducido a cenizas, y así termines tus días para que quedes como ejemplo para otros que quieran cometer lo mismo.
Marian Hillar, estudioso polaco-norteamericano de la obra de Servet, hizo la siguiente evaluación sobre el impacto perdurable que tuvo la ejecución del erudito español: «Fue el punto de inflexión en la ideología y mentalidad dominantes desde el siglo IV. [...] Históricamente hablando, Servet murió para que la libertad de conciencia se convirtiera en un derecho civil en la sociedad moderna»
2 mar 2010
EL CAJÓN DE CHEMA

UN TORO SOLO EN LA RIBERA LLORA
Elegante, como solía, Lorca respondió a Hernández a vuelta de correo, diciéndole: «Tu libro está en el silencio, como todos los primeros libros, como mi primer libro que tanto encanto y tanta fuerza tenía (...) No se merece "Perito en lunas" ese silencio estúpido, no. Merece la atención y el estímulo y el amor de los buenos (...) Los libros de versos, querido Miguel, caminan muy lentamente...»
De algo debieron servirle las palabras de Federico, pues a pesar de considerarse en su propia casa como «el cristo de los cinco sampedros», permanentemente negado por sus padres y sus tres hermanos, a causa de su desmedido afán por la poesía, Miguel Hernández siguió escribiendo con la misma fuerza y con la misma fe en sí mismo que ya demostraba en su primer libro. Cuando don José María de Cossío, su mentor hasta el día de su muerte, le contrató como redactor para su enciclopedia de "Los toros" en Madrid, supo que sería capaz de valerse por sí mismo, y que sería poeta hasta las últimas horas de su vida.
Pocos poetas, como Miguel Hernández, han sabido integrar la cultura del pueblo llano y la mejor herencia del alto lenguaje de los clásicos. Como en una égloga clásica o como soñara en sus últimos días Don Quijote, de retiro espiritual por los campos de España, el pastor poeta rumiaba los versos de Virgilio y de San Juan de la Cruz mientras su grey pastaba pacíficamente. Por eso podía combinar después endecasílabos como «un olor de herramientas y de manos» con otros versos suyos tan conocidos como ése de «la cebolla es escarcha cerrada y pobre». Para él, la sacudida casi testicular de la poesía, tantas veces encarnada en la figura del toro, era perfectamente compatible con la ternura ante las personas y las cosas sencillas. Mano de hierro en guante de terciopelo. «Un toro solo» que «en la ribera llora, / olvidando que es toro y masculino». Y así incluso en sus versos menos afortunados, por más excesivamente ligados a la militancia del momento. Fuera de polémicas estúpidas, lo mejor que puede hacerse en este año hernandiano es volver a leer la obra de Miguel Hernández. En su verdad profunda y en su contexto. Como dejó escrito Pablo Neruda, «recordar a Miguel Hernández que desapareció en la oscuridad y recordarlo a plena luz, es un deber de España, un deber de amor».
26 Ene 2010