Carrafuentes, Carrancha, Carrarévalo, Fuente de los Lobos, Cuesta del Judío, Charca de la Cigüeña, Arroyo del Pontón, Pinar de Tío Matesanz, Caño de Mamblas, Majuelos de Rubén, La Vega, La Ermita, La Senda, La Dehesa, La Solana, La Cañada, El Prao Ratón, El Soto de Fuentes , y un largo etcétera de nombres que llenan el mapa de nuestras tierras y que muchos de ellos están llamados a desaparecer y a borrarse de la memoria colectiva de nuestras gentes en las próximas generaciones, si es que no han desaparecido ya. Merece la pena, por tanto, que hagamos un breve recorrido por nuestros términos municipales para comentar y clasificar estos topónimos que los lingüistas llaman “toponimia menor” para distinguirla de la “toponimia mayor”, que es la que sirve para denominar a los núcleos de población. Existen varios tipos de topónimos que, atendiendo a sus características, los vamos a clasificar así: 1º.- Accidente geográfico: El Valle, Valdelayegua, El Monte, El Cerro, La Cuesta, La C