Mercados de abastos
ay expresiones de las que es difícil saber su origen. Siempre piensas que es el que te dijeron hace mucho tiempo y resulta que un día te enteras de que es mucho más antiguo.
Así ocurre, por ejemplo, con aquello de “ir hasta el quinto pino“. Muchos suponen en Salamanca que era un topónimo local, pero la verdad es que se popularizó mucho antes en Madrid, en el Paseo de Recoletos, donde había esos árboles y los novios de finales del siglo XIX sólo podían pasear sin su carabina, pero siempre vigilados por ella, hasta el último de los pinos, el quinto.
Ignoro donde se inició aquello de “hablar u obrar como una verdulera”, que se aplica a las personas descaradas u ordinarias, groseras y mal habladas. Su superlativo era decir “como una rabanera“. Hoy se podrían incluir como tales a muchos personajillos de los que salen en televisión o levantan la voz en política, insultando de mala manera a todo bicho viviente que no piensa como ellos.
(más en La Crónica de Salamanca)
de Emiliano Jiménez Fuentes
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