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En el paseo de la Alameda. |
Decíamos ayer y decíamos bien... que teníamos razón.
Teníamos razón y ellos no cuando manifestábamos, allá por el otoño del pasado año, que no era aconsejable realizar podas drásticas sobre el arbolado urbano en general y sobre los plátanos de sombra en particular.
Y como en tantas otras cosas teníamos razón. Las podas brutales, salvajes, desmedidas, dañan al árbol y en nada le benefician. Ni a él ni al entorno.
Las siguientes fotografías, tomadas hoy mismo, 22 de abril de 2017, en distintos puntos de Arévalo, sirven para explicar lo que decimos.
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En el paseo de la Alameda. |
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En la plaza del Arrabal. |
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En la plaza del Arrabal. |
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En la plaza del Arrabal |
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En la plaza del Arrabal. |
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En la avenida de Emilio Romero |
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En la avenida de Emilio Romero |
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En la avenida de Emilio Romero |
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En la avenida de Emilio Romero |
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En la plaza del Arrabal. |
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En la plaza del Arrabal. |
La demostración evidente de que teníamos razón y ellos no es que hoy, 22 de abril de 2017, en el paseo de la Alameda y en el bulevar de la avenida de Emilio Romero los plátanos de sombra tienen un brote de hojas magnífico y adornan con sus verdes primaverales los espacios urbanos en que están ubicados. Estos árboles, afortunadamente, no sufrieron el pasado otoño las devastadoras podas a las que les suelen someter un año tras otro.
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En la plaza del Arrabal. |
Por contra los plátanos que hay en la plaza del Arrabal y que sí sufrieron podas radicales, a día de hoy están completamente desnudos.
¿Y si no es al árbol, a quién beneficia la práctica de realizar año tras año esas podas salvajes a que nos tienen acostumbrados por aquí?
Fotografías cortesía de
Luis J. Martín García-Sancho y Juan C. López
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