EL CONVENTO DE TIÑOSILLOS: LA PRIMERA TRAPA FEMENINA DE ESPAÑA

   En Tiñosillos, siguiendo por el camino del cementerio, llegamos a unas ruinas lamentables, que revelan, sin embargo, que allí hubo algo importante: es el Convento. No quedan más que un conjunto de paredes de adobe, montones de escombros, restos de algunas celdas y parte de la Iglesia, de la que se conserva la espadaña. Es el Convento de Nuestra Señora de los Ángeles.

   La idea de levantar este convento fue del entonces Obispo de Ávila, Don Ciriaco Sancha y Hervás. Acababa de aparecer en Francia, renovada, la Orden de la Trapa, religiosas benedictinas procedentes de la Orden cisterciense. D. Ciriaco Sancha y Hervás tenía conocimiento y frecuentaba esta Trapa en Francia. Y fue su empeño en fundarla aquí en España. Funda la primera Trapa en el Palacio episcopal el día 5 de octubre de 1884. Su intención es trasladarla a Tiñosillos, a unos terrenos adquiridos para tal fin. Se coloca la primera piedra el día 10 de julio de 1884, con gran alegría del pueblo de Tiñosillos y de los pueblos cercanos, en especial El Bohodón, entonces Parroquia de la que dependía Tiñosillos. El Obispo fue recibido con entusiasmo, entre vivas y cohetes. Hay una gran alegría porque una comunidad de religiosas se va a establecer en el nuevo Convento. Éste se inaugura el día 4 de enero de 1885, con toda solemnidad. Son 24 religiosas, dispuestas a entregar su vida al trabajo y a la oración, como manda la Orden de San Benito. El Obispo Sancha pretendía ofrecer un lugar para monjas pobres, que no tenían medios para pagar "la dote" que en otras órdenes Religiosas se les pedía. El día 4 de enero se inaugura la Iglesia y se bendice la imagen de Nuestra Señora de los Ángeles. Así se llamara el Convento. Y pronto empiezan las religiosas a trabajar la tierra, colaborando en dichos trabajos el propio Obispo, que viene de Ávila a ayudarlas en las labores de labranza, como un labrador más. Para que las monjas pudieran tener medios para subsistir, sin depender de las limosnas ni hacerse gravosas al pueblo, el Obispo establece en el mismo convento una fábrica de velas, "un laboratorio de cera pura, donde se hacen velas de todos los tamaños y colores..." (Periódico El Imparcial, de Madrid).

   Primeras dificultades. En mayo de 1886, el Obispo de Ávila, D. Ciriaco Sancha y Hervás, es nombrado Obispo de Madrid. En lo que se refiere al Convento de Tiñosillos, es una mala noticia. El Obispo lo siente, pero lo sienten aun más las religiosas, que empiezan a sentirse un tanto huérfanas. El día 15 de agosto de 1886, el Obispo se despide la Diócesis de Ávila. Muy pronto se comienza a percibir un cierto abandono de la comunidad por parte de las instituciones diocesanas: no se hacen presentes en el Convento; los capellanes no prestan la atención adecuada, llegando a suceder que, en algunos domingos y fiestas importantes, las religiosas queden sin misa. Con el paso de los años, cunde el desanimo, empieza a surgir la idea del "traslado" a un lugar donde sean mejor atendidas y que no sea tan frio e inhóspito como es aquel rincón de Tiñosillos. El 20 de octubre de 1913, las 24 monjas del Convento de Tiñosillos, se marchan, con pena, pero también con ilusión por el nuevo lugar que iban a encontrar: un pueblo de Navarra, Alloz, donde siguen residiendo. El trabajo de las monjas logró transformar el lugar en un autentico vergel. Aun quedan indicios de la canalización del agua y de los parterres del jardín. Lo siguió siendo durante años después de la marcha de las religiosas, como lo recuerdan aun algunos vecinos del pueblo que lo han conocido en perfecto estado de conservación. El Convento fue vendido, pasando a manos privadas, donde se conservó durante varios años. A mediados del siglo XX, fue abandonado, comenzando la ruina del mismo, que no ha cesado hasta nuestros días. En Tiñosillos, a parte de las ruinas y el recuerdo, se conserva en la Iglesia la campana del Convento, rescatada de entre los escombros.

   El Convento de Tiñosillos, sus ruinas, son un dato importante, quizás el que más, en la historia de este pue­blo. ¿Habría alguna posibilidad de recuperación de, al menos, la Iglesia del Convento? Es una pregunta que yo planteo a las instituciones Diocesanas y municipales y a los interesados en el tema. «¿Se puede hacer aun algo para que no se pierda definitivamente este "Convento"?


Damián, párroco de Tiñosillos
Casa Abierta, nº 42
Julio de 2010

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