De niño, José María González Peridis jugaba entre los vetustos muros del monasterio románico de su Aguilar de Campoo natal, en Palencia. La fijación de la mirada de niño frente a esas ruinas le llevó, ya como arquitecto, a recuperar ese espacio a la vida y "
devolver a la sociedad parte de lo que me ha dado", razón por la que quien es el dibujante de la tira diaria de las páginas de Nacional de El País impulsó la creación de la Fundación Santa María la Real, nombre de aquel monasterio por el que correteaba. La institución, creada hace 35 años primero como una asociación de amigos amantes de este estilo que precedió las exuberantes formas del gótico, da hoy trabajo a más de 100 personas y está dedicada, principalmente, al estudio, restauración y divulgación de la huella del románico, pero también a planes formativos y de desarrollo en pequeñas comunidades que han visto "
en la recuperación del patrimonio una nueva forma de economía", según sus promotores.
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