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Segundo Bragado

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Segundo Bragado Javier S. Sánchez   Anochece Arévalo cuando madruga la poesía de Segundo, esa poesía “niña” que se ofrece en “Gotas de lluvia” como un llanto fresco que despierta al primer poeta que fue y que nunca dejó de ser. Uno tras otro, dejamos que fluyan sus versos limpios en nuestras entrañas, con verdadero cariño y complicidad.   “Así, poquito a poco, al igual que el antiguo labriego empuñaba la mancera de su arado, y con la vista puesta en el horizonte trazaba la besana, así quiero yo trazar sobre tu tierra mis primeros versos”.                Poesía natural, de naturaleza, que se encumbra sobre el llano mostrando la horizontal del trigo y la vertical del místico que ha bebido la esencia de la propia tierra para convertirse en el “poeta mesetario”. En sus noches de infancia bebió en las fértiles fuentes de la poesía tan humilde como profunda: Machado, Bécquer, Juan Ramón, Tagore… Y, ¡cómo no!, Don Nicasio....

La Llanura número 193

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Aquí tenéis el número 193 de la revista cultural "La Llanura".  Para su lectura o descarga os ponemos los enlaces: En SCRIBD EN PDF (para su descarga desde Google Drive)

La Llanura número 192

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Ponemos a vuestra disposición La Llanura número 192. Corresponde a la revista del mes de mayo de 2025. Enlaces para su lectura y descarga:           En SCRIBD                  En PDF (desde Google Drive)

La Llanura número 191

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Esta vez con un poco de retraso, ponemos a vuestra disposición nuestra revista cultural "La Llanura". Se corresponde con el mes de abril de 2025. Para su lectura y/o descarga: EN PDF (Desde Google Drive). En SCRIBD

Día de la poesía

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Nos sacudimos el invierno con sus leños y su, a veces, bendita soledad para encontrarnos de tú a tú con otra primavera que viene a recordarnos que cualquier tiempo pasado fue peor. Sale a recibirnos con una alfombra verde esperanza donde, lienzo a lienzo, se recrea ese “locus amoenus” en el que volveremos a citarnos con amores hibernados y pasiones nuevas. Es la evolución natural de la prosa al verso y de la prédica a la lírica; es la desnudez necesaria para que el hilo rojo invisible alcance de un meñique a otro por obra y gracia del dios lunar.     Los surcos de marzo rebosan el aliento que precisamos para seguir creciendo y creyendo; los pájaros del alma anidan en ramas vírgenes y el hogar nos acoge en torno a una mesa de pan reciente.    Escapa del invierno de la cárcel el místico fontivereño; su memoria acoge los sublimes versos del “Cántico”: Mil gracias derramando, pasó por estos sotos con presura,  y, yéndolos mirando, con sola su figura vestido...