La España vacía

Como ya sabéis, el pasado 31 de marzo se organizó en Madrid una multitudinaria concentración, que bajo el lema de “La España vaciada” quiso ser punto de encuentro y reivindicación de aquellos territorios, provincias, comarcas, pueblos de España que sufren de forma progresiva e imparable el fenómeno de la despoblación.
Las informaciones dicen que entre 50.000 y 100.000 personas, procedentes de la España vaciada acudieron a la llamada, desde lugares como Teruel, Soria, Zamora, Ávila... Colectivos, plataformas, asociaciones y ayuntamientos hicieron acto de presencia reclamando medidas que permitan paliar el problema.
El fenómeno de la despoblación, que surge en los años 60 del pasado siglo XX, motivado por la industrialización del país junto a la progresiva mecanización del campo nos ha llevado a un punto de difícil solución. 
Los pueblos de Castilla que surgieron para colonizar el territorio han perdido su función. Hoy unos pocos tractores pueden cultivar toda la extensión de un término municipal. En tiempos pasados eran necesarias muchas yuntas para hacer el mismo trabajo. Las “obradas” ya no sirven como medida de superficie. Hoy hay que disponer de un buen número de hectáreas para poder sobrevivir como agricultor. Y en ganadería son las conocidas como macro-granjas las que prevalecen sobre los pequeños ganaderos que poco a poco van desapareciendo.
Así los pueblos van perdiendo su función. Los jóvenes no tienen opciones y se marchan. Cada vez quedan menos habitantes y los que quedan son los mayores. 
Centrándonos ahora en los pueblos de nuestra comarca, hemos de decir que si bien es cierto que la curva demográfica de la mayoría de ellos es progresivamente descendente a partir de la segunda mitad del siglo XX, en el caso de Arévalo fue todo lo contrario. Según la gráfica de evolución demográfica extraída del INE, a partir de 1960 la ciudad inicia una progresión  que nos llevó desde los 5.208 habitantes hasta los 8.203 que figuraban en el censo en el año 2013. A partir de este año se inicia un nuevo descenso que nos ha llevado a traspasar, en este pasado mes de marzo, por debajo de los 8.000 habitantes. En concreto, los censados actualmente son 7.992.
En nuestra revista del mes de febrero recogíamos los datos censales de dicho mes y extraíamos de ellos dos aspectos preocupantes. El primero, que la tasa de crecimiento vegetativo en este mes es negativa. Nacen 23 personas menos de las que mueren. El segundo es que el número de arevalenses actuales que tienen entre 70 y 100 años ascienden a 1.125 habitantes. 
Estos datos parecen indicar que Arévalo y su Tierra avanzan de forma rápida hacia la despoblación. 
Desde “La Alhóndiga” hemos hablado en muchas ocasiones sobre la despoblación. Nos preocupa el problema patrimonial y también el humano. 
Así, el pasado 31 de marzo, nos acercamos al cercano despoblado de Honquilana, para ver y reflexionar in situ sobre las consecuencias últimas de la despoblación.
La Llanura nº 119,
del mes de abril de 2019

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