Historia del emperador Carlos V, rey de España, libro II, cap. 21

«Fué Juan Velázquez muy privado del príncipe don Juan y de la reina doña Isabel, tanto que quedó por testamentario de ellos. Fué hombre cuerdo, virtuoso, de generosa condición, muy cristiano; tenía buena presencia y conciencia temerosa.
Tenía Juan Velázquez las fortalezas de Arévalo y Madrigal con toda su tierra en gobierno y encomienda; y era tan señor de todo, como si lo fuera en propiedad. Trataba á los naturales muy bien; procurábales su cómodo con gran cuidado y que no les echasen huéspedes ni empréstitos, ni gente de guerra, ni otras imposiciones con que suelen ser molestados los pueblos. Daba acostamientos á muchos, de suerte que en toda Castilla la Vieja no había lugares más bien tratados.
Mandó el rey don Fernando á su segunda mujer la reina Germana sobre el reino de Nápoles treinta mil ducados cada año, mientras viviese. Los cuales el rey don Carlos se los quitó de Nápoles; y los situó en Castilla sobre las villas de Arévalo, Madrigal y Olmedo: dióle estos lugares con la jurisdición, en tanto que viviese.
Proveyó desde Flandes con cartas para los gobernadores, que así lo cumpliesen y ejecutasen.
Año 1517, á 20 de Mayo, en Madrid notificaron á Juan Velázquez las provisiones, requiriéndole que dejase las fuerzas. Y él no solo suplicó de lo que el rey enviaba á mandar, más salióse de Madrid, y fuése para Arévalo, é hízose fuerte en la villa con gente, armas y artillería. Para guardar los arrabales hizo un palenque de río á río, fortísimo; de manera que no solo podía defenderse, mas ofender.
Mucho le costó á Juan Velázquez aquella empresa; porque por ella cayó en desgracia del rey. Faltáronle los amigos, que le dejaron viéndole ir de caída; que así suele hacer el mundo. Enemistóse con la reina Germana, y gastó toda su hacienda; porque el día que le enterraron, dejó diez y seis millones de deuda. Era casado con doña María de Velasco Guevara, hija del condestable, y nieta de don Ladrón de Guevara. Fué muy hermosa, generosa y virtuosa, y muy querida de la reina doña Isabel. Con la reina doña Germana, tuvo tanta amistad que no podía estar un día sin ella; y doña María no se ocupaba en otra cosa sino en servirla y banquetearla costosamente.La reina Germana en este encuentro los echó de su casa, les quitó la honra, y destruyó la hacienda: y fué ocasión de otros grandes trabajos que padecieron; que de esta manera trata siempre el mundo á los que más valen y privan con los reyes.
Duró muchos meses en su porfía Juan de Velázquez, que ni bastaron cartas de los gobernadores, ni del rey; hasta que el cardenal envió al doctor Cornejo, alcalde de corte, con gente que procediese contra él. El cual procedió y después de muchos autos Juan Velázquez se allanó; desarmó la gente; entregó la fortaleza y villa de Arévalo; y se vino á Madrid junto al cardenal por Junio del año 1517.
Como los males nunca son solos, muriósele su hijo Gutierre Velázquez, que era el mayorazgo; y fué tan profunda la melancolía que por sus desgracias le dió, que luego perdió la vida.
La villa de Arévalo se entregó á la reina Germana; y tomó la posesión por ella un caballero aragonés criado del rey Católico, que se decía Navarros; que la tuvo en nombre de la reina Germana hasta el tiempo de las comunidades.
Como la villa vino á poder de la reina Germana, doña María de Velasco desamparó su casa.»

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