Qué decepción
Si pensábamos que en el ámbito del Medio Ambiente en Arévalo no podía hacerse peor que lo que lo habían estado haciendo los anteriores responsables, estábamos muy equivocados.
En efecto. El nuevo equipo municipal se estrena en estas lides desmochando, en pleno mes de agosto, un determinado número de álamos, hasta cinco según contamos, precisamente en el llamado "Paseo de la Alameda", arrancando de cuajo los mismos y llevándolos a otra ubicación, con la pretensión, dicen, de que arraiguen de nuevo.
Si así ocurre, si arraigan, sería un verdadero milagro.
Lo que ya no tiene solución, arraiguen o no, es que, sin menosprecio a los otros cuatro, uno de los ejemplares, el que se encontraba frente al número 13 del citado paseo, un espécimen único por su porte, sus características, por la belleza que tenía, por ser un verdadero prototipo y por tanto un árbol digno de formar parte del mejor catálogo de árboles singulares de Arévalo y su Tierra, vuelva a ser como era.
Vedlo vosotros mismos.
Texto: Juan C. López
Fotografías: Luis José Martín García-Sancho
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