Vecinos de Arévalo limpian de forma espontanea los aledaños del puente del Cementerio
De todos es conocido que el puente del Cementerio de Arévalo y sus entornos conforman una de las zonas más degradadas del espacio urbano arevalense. La actitud incívica de ciertos vecinos unida a la dejadez manifiesta de la institución municipal han convertido esta zona de Arévalo en una de las más sucias y abandonadas de este municipio.
El asunto se agrava más si cabe si consideramos que el puente es uno de los elementos arquitectónicos mudéjares más importantes en cuanto a ingeniería civil se refiere.
El pasado 2 de noviembre un grupo de arevalenses preocupados por el estado de suciedad y abandono que ofrece este lugar, decidieron, de forma espontanea, quedar a través de las redes sociales en la entrada al puente del Cementerio y proceder con sus propios medios a retirar las basuras y desechos que hace ya varios meses alguien había depositado en la alameda del río Adaja muy cerca del citado puente mudéjar.
El pasado 2 de noviembre un grupo de arevalenses preocupados por el estado de suciedad y abandono que ofrece este lugar, decidieron, de forma espontanea, quedar a través de las redes sociales en la entrada al puente del Cementerio y proceder con sus propios medios a retirar las basuras y desechos que hace ya varios meses alguien había depositado en la alameda del río Adaja muy cerca del citado puente mudéjar.
A las 11:30 de la mañana un grupo numeroso de vecinos de Arévalo se congregaron en el lugar y comenzaron la recogida de los desechos. Una vez recogidos estos decidieron continuar y se procedió a retirar un montón de cristales que había junto a la entrada del viejo puente semiderruido, escombros, plásticos, juguetes rotos, ruedas de vehículos, maderas y cables viejos y otra serie de basuras y desperdicios que fueron convenientemente colocados en bolsas y en un contenedor de basuras que hay en los aledaños de este lugar.
De esta forma se dejó esta zona limpia al tiempo que se constataba que el espacio que comprende lo que se conoce como “El Cárcabo” y las laderas de subida hacia la explanada del Castillo es literalmente un estercolero en el que montones enormes de basura procedente de cuadras existentes en la zona, así como, otros desechos completan el penoso paisaje de ese espacio urbano que además de ser una de las entradas a nuestra Ciudad es habitualmente utilizado, bien caminando o bien en automóvil, por todas aquellas personas que se acercan al cementerio de Arevalo para visitar las tumbas de sus familiares fallecidos.
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