PALABRAS PARA UNAS FOTOGRAFÍAS.
He visto una exposición
de antiguas fotografías
de nuestro querido pueblo
que son una maravilla.
Hemos encontrado allí
el pálpito de la vida,
el trabajo y el amor,
los juegos y la familia,
la religión, el deporte
y la escuela de las niñas.
Y la arraigada afición
por el arte de Talía,
del auto sacramental
a la brillante revista.
Aquellos “Cinco Minutos”
y su genial compañía
dieron de sí muchas horas
de ilusión y de alegría.
Y el auto sacramental
que alaba a la Eucaristía
titulado “El Pan de Flor”
que un morañego escribía.
Aquí tenemos también
lugar para la poesía
en la fiesta literaria
a la mujer de Castilla.
¡Cuántos bailes y teatros
se dieron aquellos días
en el salón “La Esperanza”
que es Sociedad Recreativa!
Los mocitos pintureros
encorbatados venían
a buscar a las mocitas
todas de fiesta vestidas.
No podemos olvidar
los trabajos y los días
en la fábrica, en la era
y hasta en la antigua botica.
Y el estreno de la moto
y el sorteo de la “quinta”
y los partidos de fútbol
y las fotos de familia.
No faltan las procesiones,
paseando las reliquias
del patrón San Victorino
y la imagen de María,
la Virgen de las Angustias,
que corona recibía.
¡Cuántos recuerdos se encierran
en estas fotografías!:
la historia de nuestro pueblo,
el paso de nuestra vida.
de antiguas fotografías
de nuestro querido pueblo
que son una maravilla.
Hemos encontrado allí
el pálpito de la vida,
el trabajo y el amor,
los juegos y la familia,
la religión, el deporte
y la escuela de las niñas.
Y la arraigada afición
por el arte de Talía,
del auto sacramental
a la brillante revista.
Aquellos “Cinco Minutos”
y su genial compañía
dieron de sí muchas horas
de ilusión y de alegría.
Y el auto sacramental
que alaba a la Eucaristía
titulado “El Pan de Flor”
que un morañego escribía.
Aquí tenemos también
lugar para la poesía
en la fiesta literaria
a la mujer de Castilla.
¡Cuántos bailes y teatros
se dieron aquellos días
en el salón “La Esperanza”
que es Sociedad Recreativa!
Los mocitos pintureros
encorbatados venían
a buscar a las mocitas
todas de fiesta vestidas.
No podemos olvidar
los trabajos y los días
en la fábrica, en la era
y hasta en la antigua botica.
Y el estreno de la moto
y el sorteo de la “quinta”
y los partidos de fútbol
y las fotos de familia.
No faltan las procesiones,
paseando las reliquias
del patrón San Victorino
y la imagen de María,
la Virgen de las Angustias,
que corona recibía.
¡Cuántos recuerdos se encierran
en estas fotografías!:
la historia de nuestro pueblo,
el paso de nuestra vida.
María Jesús Eleta Salazar
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