SERENATA NOCTURNA
Fotografía de David Pascual |
Este mes os propongo descubrir el mundo de la noche.
No, no saldremos de bares hasta las tantas que ese mundo, mejor o peor, creo que ya lo conocemos todos. Aunque seguro que tendría mayor éxito que las caminatas que organizamos justo cuando los que han salido de bares vuelven a casa al amanecer.
Os propongo intentar observar a los seres de la oscuridad, aquellos que están en plena actividad cuando casi todos dormimos.
Para ello empezaremos intentando contar a los milanos reales que, al caer la tarde, se reúnen para dormir. El milano real es una especie amenazada con la categoría de “en peligro” en la última revisión del catálogo nacional de especies amenazadas. A medida que se acerca el invierno, un buen número de ejemplares invernantes procedentes de Europa se unen a la pequeña población sedentaria de la Tierra de Arévalo y La Moraña. Durante el día vivaquean por campos y carreteras en busca de alguna presa o animales muertos, ya que son fundamentalmente carroñeros. Pero al caer la tarde comienzan a reunirse en determinados puntos a los que denominamos dormideros. Suelen ser pequeñas choperas asiladas, situadas en espacios abiertos con gran visibilidad. Si la tarde o el tiempo lo permiten también podremos observar cómo acuden las grullas y los gansos a su dormidero.
Una vez que hayamos dejado acostados a estos seres del día. Intentaremos observar a alguna de las criaturas de la noche. La observación, generalmente, es a través del oído. Pero os aseguro que resulta emocionante escuchar sus gritos en la oscuridad. Nuestra especie, Homo sapiens, actualmente es básicamente visual, y tiene muy poco desarrollados otros sentidos como el oído o el olfato. Pero nuestros ojos no están preparados para la noche. En la oscuridad nos sentimos indefensos y en el campo llegamos a sentir miedo o al menos respeto porque nuestro principal sentido, la vista, ha quedado inservible. Nos intimida no poder ver lo que se extiende ante nosotros.
Pero otras criaturas empiezan su jornada precisamente desde el atardecer hasta el amanecer. Jabalí, zorro, garduña, turón, jineta, roedores, musarañas, murciélagos… son especies que salen de sus madrigueras, camas o escondites preferentemente al atardecer. Varias de estas especies, al ser insectívoras, han comenzado ya su periodo de hibernación.
Por eso vamos a centrarnos en las rapaces nocturnas, un grupo que empieza a estar bastante activo. Bien sea porque comienza su periodo de celo, como es el caso del búho real o porque pasan en invierno agrupados, como por ejemplo el búho chico. Intentaremos escuchar a varias de estas especies en su hábitat. Exceptuando al autillo que, por ser exclusivamente insectívoro, ha emigrado hacia el sur, con algo de suerte, podremos oír el ulular lastimero del cárabo, el reclamo corto y misterioso del búho chico, el silbido o siseo de la lechuza, la repetitiva llamada del búho campestre, los gritos agudos del mochuelo o el profundo aviso del búho real. Todos ellos impresionan cuando se escuchan por primera vez porque pertenecen al desconocido y misterioso mundo de la noche.
Para ello os propongo la siguiente cita:
Día: 6/12/2011
Lugar de salida plaza del Arrabal de Arévalo.
Hora: 16:45
Si el tiempo no fuera propicio estad atentos a la Llanura por si se produce un cambio de fecha.
Arévalo, 29/11/2011
Luis José Martín García-Sancho
Comentarios
Aunque se diera mal, no viéramos ó escucharemos nada ( cosa que dudo ) , salir a la hora que se ha quedado, compartir las luces del atardecer intentando ver a los milanos rodeado de gente con la que podemos compartir estos momentos tan especiales, para mí es muy gratificante, por lo tanto si no hay ningún contratiempo allí estaré. Enhorabuena por esta nueva iniciativa. Me parece realmente interesante. Un saludo, David Pascual