El Museo de Ávila posee entre sus fondos una nutrida representación de materiales procedentes de Arévalo, destacado entre ellos, quizá, las piezas medievales, dado el importante papel desempeñado por la localidad en el devenir de la Corona de Castilla. Fue sede de la itinerante Corte de Juan II, que tuvo aquí palacio, lugar en el que la futura Isabel la Católica pasó su juventud y donde la madre de ésta, Isabel de Portugal, residió hasta su muerte en 1496. El palacio fue luego transformado en convento, Santa María del Real. Éste, junto al de Trinitarios, castillo, casas nobiliarias, iglesias de campanarios mudéjares ricamente decorados, murallas y puentes monumentales conformaban un espacio urbano imponente, a tono con la importancia política y económica de la villa en la Baja Edad Media. Tuvo Arévalo, como otras ciudades de Castilla, una judería, donde esta minoría vivía apartada, pero conservando su religión y cultura, y disponiendo, por tanto, de sus propios lugares religioso...