Como otros muchos lugares, la Moraña, la Tierra de Arévalo, el Campo de Pajares, nuestras comarcas, acogen restos de lo que en otro tiempo fueron pequeñas poblaciones, que por diversas causas han desaparecido a lo largo de la historia y nos quedan, hoy, pequeños retazos de muros, torreones ruinosos, restos de ladrillo y tejas esparcidos por el suelo y a veces, solamente, el recuerdo escrito en arrugados pergaminos. Como ya sabréis hace pocas fechas, y desde nuestra asociación cultural hicimos junto con la asociación RETOR de Orbita una pequeña excursión eco-arqueológica, en la que, dirigidos por el erudito y buen amigo Ángel Ramón González, socio fundador de la citada asociación RETOR, pudimos tomar contacto con algunos de estos despoblados cuyos restos y recuerdos aún persisten por estos alrededores. Algunos de estos lugares abandonados, ya hemos hablado alguna vez de ellos aquí, fueron asentamientos prehistóricos en la edad el bronce o del hierro. El Tomillar en Bercial d...