Cuenta adelante


Son las cero y cero horas del treinta y uno de diciembre. La nada, básicamente. Si fueran las veinticuatro, sería algo.

Ayer Verónica ha tenido sesión de quimio. Seguramente se la han adelantado porque hoy es fin de año. Se la oye vomitar en el piso de arriba. Ciclos de nauseas y vómitos. Luego, el sonido del agua de la ducha que corre para lavar los desechos de su cuerpo.
Y mientras tanto, en el piso de abajo, sordos, hacíamos el amor con la pasión en ciernes del año que termina. 


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