SIEMPRE SON LOS MISMOS

Cuando acudimos a los actos culturales que se celebran en Arévalo, y no siempre podemos hacerlo, nos fijamos en los asistentes a los mismos. Como quiera que conocemos a la gente de Arévalo y pueblos de sus alrededores no nos resulta difícil descubrir caras nuevas. Llevamos durante años repitiendo el mismo proceso. Y podemos afirmar con muy poco margen de error que son casi siempre los mismos los que acuden a dichos actos. Muy pocas variaciones de unos acontecimientos a otros en cuanto a la asistencia de público. Tanto es así, que a veces jugamos a adivinar antes de llegar al recinto donde se va a celebrar el acontecimiento, a quiénes nos vamos a encontrar. Casi siempre acertamos porque son siempre los mismos.
Nos gusta practicar deporte siempre que podemos. Procuramos alternar la práctica deportiva en instalaciones municipales, bien jugando al pádel, tenis o incluso golf; con la saludable práctica de correr por los caminos próximos a Arévalo. Disfrutamos de los paisajes de Arévalo, sobre todo sus pinares y alamedas, corriendo por ellos es uno de los placeres que tenemos a nuestro alcance y no siempre valoramos. Nos encontramos invariablemente con las mismas personas a las mismas horas. Unos corriendo y otros, la mayoría paseando.
Prueba evidente que somos animales de costumbres. Salimos a correr a la misma hora y casi siempre por los mismos lugares. En nuestro recorrido nos encontramos con las mismas personas. Según el itinerario que elijamos y la hora a la que lo hagamos nos anticipamos a los acontecimientos y logramos adivinar con quién nos vamos a cruzar y a quién vamos a tener el gusto de saludar. Si lo hacemos en las pistas municipales o en el campo de golf, sucede que vemos siempre a las mismas personas en unos y otros recintos. Son siempre los mismos.
Cuando ocasionalmente salimos a tomar una copa o dos en Arévalo, encontramos a las clientelas de costumbre en los establecimientos que frecuentamos. Antes de entrar en el bar o llegar al Barrio Húmedo, casi sabemos a las personas a las que nos vamos a encontrar. Según la hora y el día, podemos adivinar quién va a estar en determinado bar según su costumbre. Son siempre los mismos.
Cuando asistimos a los plenos del Ayuntamiento, entre el público asistente, vemos las mismas caras casi siempre. Sólo excepcionalmente cuando algún asunto novedoso o de cierta relevancia despierta mayor interés, la composición del grupo de asistentes al pleno varía. Habitualmente son siempre los mismos.
No estamos cansados de Arévalo ni mucho menos, muy al contrario, el día a día de esta ciudad nos apasiona. Por eso cuando escuchamos justificar a determinadas personas con ciertas responsabilidades, que no se hacen más cosas o que no merece la pena organizar más actividades de tipo cultural, deportivo o social porque van siempre los mismos; no podemos por menos de sonreír. Inmediatamente pensamos en las periódicas consultas electorales a las que acudimos también casi siempre los mismos, y que gane quien gane los que mandan son siempre los mismos.
redacción

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