Nicolás Copérnico
Con el mismo enigma y controversia que causó en vida, el astrónomo polaco Nicolás Copérnico, quien murió el 24 de mayo de 1543, continúa generando polémica, luego de que sus restos fueron exhumados para someterlos a un análisis de ADN, realizar una reconstrucción facial y ser sepultado por segunda ocasión en la Catedral de Frombork, Polonia.
En el año 2005 un equipo de arqueólogos encontraron los restos del científico en una tumba sin nombre en la catedral de Frombork, en la costa polaca del mar Báltico. Luego de una serie de análisis, en 2008 se confirmó que los restos pertenecían al impulsor de la teoría Heliocéntrica.
Se analizó un diente y parte del cráneo para compararlos con un pelo de él encontrado en uno de sus manuscritos. Con la reconstrucción de su rostro, los expertos pudieron identificar la semejanza de éste con los retratos que se tenían de él.
La confirmación del descubrimiento derivó en un segundo funeral, realizado el 22 de mayo de 2010, en el mismo lugar en que fue enterrado la primera vez.
La vida de Nicolás Copérnico, quien nació el 19 de febrero de 1473, en Torun, Prusia, Polonia, estuvo siempre encausada en una discusión por sus hipótesis acerca del sistema solar, que alimentaron la teoría heliocéntrica en su obra 'De revolutionibus orbium coelestium' (1507-1532), que significó una verdadera revolución respecto a las creencias que se tenían del universo.
Nada fácil de concebir, el astrónomo polaco creó su modelo hipotético a partir de las ciencias que estudió, como matemáticas, astronomía, física, entre otras, que abarcaron el campo de las humanidades, de ahí que se haya desempeñado como jurista, clérigo, diplomático y economista.
Instruido en la Universidad de Cracovia, bajo la supervisión del matemático Wojciech Brudzewski, inició sus estudios en astronomía, para posteriormente inscribirse en la Universidad de Bolonia, en Italia, donde estudió derecho, medicina, filosofía y griego.
Su formación abarcó cursos de ciencias y astronomía que estudió en Roma, en 1500; al año siguiente regresó a su país natal en donde fue asumió el cargo de la Catedral de Frauenbrg.
Obtuvo el doctorado en derecho canónico en 1503, en Ferrara, Italia, nación a la que regresó en 1501 para estudiar derecho y medicina, ciencia que ejerció.
Repatriado en 1523 fue administrador de la diócesis de Warmia. Ocupó, además, cargos administrativos, que se reflejaron en la materia que más sobresalió, la astronomía.
En este tenor, el modelo heliocéntrico levantó una serie de especulaciones en la Vieja Europa, comentarios que llegaron a los altos círculos de la Iglesia, a los oídos del arzobispo Nikolaus Cardinal von Schönberg, quien pidió a Copérnico explicar de mejor forma sus ideas.
Así, la teoría que planteó se basó en siete ejes: el que los movimientos celestes son uniformes, eternos y circulares; que el centro del universo se encuentra cerca del sol; las estrellas son objetos distantes y estéticos; la tierra tiene tres movimientos de rotación; el movimiento retrogrado de los planetas es explicado por el movimiento de la tierra.
Asimismo, la distancia de la tierra al sol es mínima comparada con la de las estrellas y alrededor del sol giran los planetas. Esta última conjetura fue ampliada en 'Sobre las revoluciones de las esferas celestes', que integró la investigación de 25 años que realizó Copérnico.
Basado en los estudios de Pitágoras y Heráclides Póntico, es que surgió este estudio que no descartó las teorías descartadas y refutadas por la ciencia de entonces, como la de Aristarco de Samos.
Las conjeturas de Copérnico, representaron la ruptura ideológica religiosa del medievo, constituida por el pensamiento de que hombre se situaba en el centro del universo y permanecía contemplativo a lo que sucedía, en un símil con el sol.
En una decisión nada fácil, el también matemático dudó por esos factores publicar su obra, pues sabia los problemas que ello originaría con la Iglesia.
Pese a esas trabas, Nicolás Copérnico decidió publicar entregar su obra a Tiedemann Giese, obispo of Chelmno (Kulm), a ser entregado a Rheticus para ser impreso por Johannes Petreius en Núremberg. La primera edición apareció en 1543, con una introducción larga dedicada al Papa Pablo III.
Con los estudios incluidos en su obra, Copérnico reflexionó más allá del pensamiento clásico imperante en su época. No sólo es un trabajo astronómico, sino revolucionario en el sentido de que rompió con los paradigmas de la idealización del hombre, conservando ciertas premisas antiguas como la uniformidad y circularidad.
También es un avance hacia la modernidad, pues la naturaleza va perdiendo su carácter teológico, el hombre ya no es el centro del universo, ya que adquiere movimiento, como los planetas. De ahí de anteponer la razón en las acciones, el concepto de autonomía comienza a tener valor.
De esta forma, las aportaciones de Nicolás Copérnico hicieron que fuera considerado como el fundador de la astronomía moderna, que prosiguió en los estudios de Isaac Newton al pasar de un universo geocéntrico a uno heliocéntrico, en donde los planetas giran en torno al sol.
La trascendencia de sus estudios, hicieron que su honor se nombrara al elemento 112 de la tabla periódica como copernicio, el 19 de febrero de 2010 por la IUPAC.
Copérnico no alcanzó a ver su obra terminada pues murió el mismo día que se publicó su trabajo, el 24 de mayo de 1543 a los 70 años, en Frombork, Prusia, Polonia.
De Diario de Yucatán
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