Jornada de limpieza en Cantazorras.

 


Jornada de limpieza en el lugar de interés botánico de Cantazorras.

Hoy, a las diez de la mañana, hemos salido de la plaza del Arrabal de Arévalo hacia Cantazorras, un lugar único, aunque, en realidad todos los parajes lo son.

Tras dejar los coches en el aparcamiento del cementerio, nos dirigimos andando hasta nuestro destino, el cerro de Cantazorras, ¿lugar donde cantan las zorras?, o, siguiendo las raíces celtas, ¿pedregal de las zorras?, en todo caso, un lugar donde hay presencia de zorros, Vulpes vulpes, doy fe. Un nutrido grupo de grullas, nos recibió con sus aflautados cantos y sus majestuosos vuelos hacia el sur, con su característica formación en punta de flecha. A la bienvenida se unieron milanos reales, cogujadas, calandrias, avefrías…

Grullas volando hacia el sur sobre Cantazorras.

Tras unas breves explicaciones sobre el paraje: un cerro calcáreo sobre el corredor del Adaja, que tiene la particularidad de poseer entre su variada flora especies muy escasas, amenazadas o con una distribución muy reducida; como es el caso de la Malvella sherardiana que solo se encuentra, que se sepa, en dos localizaciones; una en Arévalo, la otra ya habría que irse hasta Córdoba. También se insistió en la necesidad de que este paraje se encuentre protegido bajo la figura de microrreserva de flora, amparada por la legislación. También se dieron breves explicaciones sobre yacimientos calcolíticos aparecidos cerca del cerro y a lo largo del río Adaja.

Tras estas explicaciones se procedió a la recogida de basura. Todo tipo de desperdicios que la falta de civismo ha ido depositando a lo largo de los años: botes, botellas, calzado, plásticos, neumáticos, cartuchos, vidrios, ropa… sin contar con cascotes o restos cerámicos que quedaron allí. Durante la recogida de esta variada y dañina basuraleza, se tuvo cuidado de no remover el suelo, para evitar dañar plantas, sus semillas o sus raíces.

Voluntarios limpiando de basuraleza el cerro de Cantazorras.

En dos horas de intenso trabajo, llenamos un buen montón de bolsas de basura, como lo atestiguan las imágenes adjuntas. En el trabajo, completamente voluntario, participaron unas treinta personas. Fue organizado por Excmo. Ayuntamiento de Arévalo, Life Duero, Confederación Hidrográfica del Duero, Plastic Omnium, Galérida Ornitólogos de Ávila, Fundación Anura y La Alhóndiga, Asociación de Cultura y Patrimonio.

La empresa Plastic Omnium donó los guantes y bolsas para la recogida y obsequió a cada participante con una bolsa nevera. Por otra parte, el Ayuntamiento de Arévalo y LIFE-Duero (Confederación Hidrográfica del Duero) agasajaron a los participantes con un reconfortante almuerzo a base de bocadillos y refrescos. 

Entre estos participantes se encontraban el concejal de Medio Ambiente, Julio López, y la concejal de cultura, María Luisa Pérez.

Desde lo alto del cerro también pudieron obtenerse muy buenas panorámicas de Arévalo, del río Adaja y de varios pueblos del contorno: antigua Universidad y Tierra de Arévalo. Con los tonos característicos del otoño, especialmente en el corredor fluvial.

desde lo alto del cerro se obtienen muy buenas vistas de Arévalo y alrededores.

Fue una mañana agradable, en buena compañía, la mejor, la de aquellos que, de forma desinteresada y altruista, intentan enmendar el daño y el desprecio de personas desaprensivas hacia el entorno que nos rodea y sustenta.

Manifestar, desde estas páginas,  nuestro más sincero agradecimiento a todos los participantes por el  trabajo realizado.


Algunas imágenes de la mañana:










Grullas sobrevolando Cantazortras hacia el sur.







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